Circula por Zaragoza una nueva leyenda urbana sobre el presunto secuestro de una cliente en una tienda regentada por chinos que formarían parte de una red de tráfico de órganos. Joaquín Lucía nos lo cuenta y nos recuerda que inventarse historias de miedo es la forma más habitual de sembrar desconfianza hacia el diferente. Tiene usted toda la razón, pues no ha habido ni una sola denuncia de estas características en Zaragoza en los últimos meses. Los rumores no son noticia; por eso, el asunto no ha pasado de ser un bulo al que, créanme, no deben hacer ni caso.