Las becas de comedor escolar y de material generan todos los años desde que el PP gestiona la Educación un conficto con los padres y colectivos del sector porque no alcanzan a todos los demandantes cuya necesidad es evidente, aunque la documentación que deban aportar no siempre sea posible. En este comienzo de curso, las listas definitivas vuelven a poner en evidencia que el Departamento ha dejado fuera de las mismas al 80% de las peticiones de beca pendientes, aunque cumplían los requisitos económicos exigidos por la Adminstración. Tan grave o más son las denuncias de Fapar, que cuantifica en casi siete millones el montante que podría destinarse a este tipo de ayudas y que se han amortizado con las medias becas del pasado curso a las que renunciaron, además de los cuatro millones que figuran en el Plan Impulso.