Septiembre se augura complicado para el transporte público zaragozano y para las relaciones laborales en la empresa que lo gestiona. La ruptura de la negociación que va a provocar el despido de 153 trabajadores va a suponer, si el ayuntamiento no lo remedia, que el servicio tenga movilizaciones con el consiguiente trastorno ciudadano. La concejala, además, ha retirado su oferta de 500.000 kilómetros más de rutas, lo que aún facilita menos un arreglo para esta "agresión a los trabajadores", como llama el presidente del comité, Javier Anadón. El ayuntamiento debería presionar más porque lo normal en cualquier pliego de condiciones de una contrata es subrogar a todo el personal, y más sabiendo, como denuncia el comité, que en la empresa se hacen hasta horas extra. No se está gestionando nada bien esta crisis.