Es un modelo social y económico. Lo podemos reducir a un simple (vergonzoso y escandaloso) conflicto laboral que afecta a los servicios públicos básicos en Zaragoza, pero es más cosas. Es un reflejo, un paradigma, de cómo los modelos neoliberales y la reforma laboral tienen como objetivo devolvernos al pasado. O al presente tercermundista en términos de derechos y servicios.

Hay quien se apresuró a ver el conflicto del bus como una consecuencia de la implantación del tranvía y el recorte de kilómetros bus. Unas horas y algunos números después se demostró que es mentira. Es la ley Báñez-Rajoy la que genera este conflicto y el de miles de ERES más, que no salvan empresas sino que destruyen empleos. De hecho, son otros factores los que permiten un beneficio mayor a la empresa como demuestran los tres millones de euros logrados en 2007 con 1.115 empleados y 20.800 km recorridos y los 9I5 millones de beneficio de 2009 con 1.280 trabajadores y mil km más de recorrido.

Cuando se publica el pliego de condiciones de adjudicación del servicio del bus, TUZSA (ahora AUZSA) sabe que los 21 millones de km pasarán a 18 en la nueva reordenación (que hay que rehacer bien oyendo a los vecinos), que el margen de beneficio económico neto obtenido se reduce a la mitad, que deben asumir los 1.255 empleados del momento cuyo convenio rige hasta 2015, o que el Ayto aporta una subvención de 50 millones de euros anuales, la más alta de la historia. La empresa no solo acepta sino que oferta un descenso en su beneficio neto aún más bajo para ganar la contrata. En 2011 habían ganado 8 millones de euros largos. La gana. Son Grupo Avanza. Pero han estado negociando a la vez la venta a la empresa mexicana ADO que, tal como gana, pide una reducción salarial del 20% y entre 212 y 45 despidos de los que hoy ha ejecutado 153. Impone un ERE que la reforma laboral permite. La decencia no, pero ¿desde cuándo hay que ser decente para hacer grandes negocios? De hecho, tardan días en ofrecer horas de conducción a los despedidos para seguir teniéndolos a su servicio sin los derechos ni la estabilidad ni el precio anterior, sino el que permite el nuevo régimen laboral en España.

Es un ejemplo de cómo la denostada y desprestigiada política (cuyo abandono y desprestigio social hace tan feliz hace a los grandes grupos económicos) puede evitar y solucionar conflictos sino antepone los intereses económicos privados que llaman eficacia al beneficio y compromiso de la plantilla a la renuncia a los derechos básicos. Es la acción de los tres grupos políticos que sostienen el gobierno municipal y la resistencia activa de la plantilla la que puede pararlo.

¿Hay solución? Claro, todo y siempre la tiene. La disyuntiva está en quien traga o si todas las partes se avienen a entender al de enfrente. El ayuntamiento y la plantilla ya lo han hecho. La empresa mexicana ADO y los oscuros vendedores de AVANZA optando a la adjudicación a la vez que negociaban la venta, no. La nueva ley de explotación laboral está de su parte. Cuando suba al autobús, recuerde que conduce una persona que está defendiendo sus derechos. La rapiña está en otro lado.

Periodista