Despierta el interés de los agobiados tierranoblenses esa tensión que parece haber entre PP y PAR? Lo dudo. No está el horno para bollos ni para astrakanadas. Y eso que un sistemático distanciamiento entre los dos partidos que gobiernan Aragón podría tener serias consecuencias, pues el concurso de los regionalistas sigue siendo fundamental para que Rudi presida esta maravillosa comunidad autónoma. Pero...

El barullo viene de que el PAR quiere gobernar a su estilo, que es desenfadado y gastador, mientras el PP no desea gobernar en absoluto. La cosa se complica más aún desde el mismo momento en que los de Rajoy deben aplicar en Aragón las medidas de ajuste que les telegrafían desde Madrid, lo cual no suscita precisamente la simpatía del personal. Por eso los de Biel quieren tomar alguna distancia, se hacen los ofendidos, acentúan su presunta vocación autonomista y llegan a decir, en boca de Boné El Depurador, que ellos no están en un Gobierno de coalición; vamos, que lo suyo con el PP no es matrimonio sino pareja de hecho. Eso sí, se han llevado como dote informal la consejería de Industria, varias direcciones generales, unas cuantas gerencias y presidencias de sociedades e institutos públicos, amén de otros cargos, carguetes y los tres escaños en el Senado. Simples regalitos entre amantes, dicen los regionalistas.

El PP, a su vez, quiere oficializar la relación cuanto más mejor. Ayer sacaron al consejero del PAR, Arturo Aliaga, a codearse con el popular Bermúdez de Castro en la rueda de prensa que sigue al Consejo de Gobierno. Ambos dieron la bienvenida a la recicladora de baterías de Pina de Ebro: veinticinco puestos de trabajo, un horno para fundir el plomo recuperado, un burdo regate a la normativa y un estupendísimo atentado contra el medio ambiente. Pero, mira, ahí sí que hubo acuerdo entre los conservadores centrípetos y los conservadores centrífugos.

Al tiempo se anuncian movilizaciones contra el desmantelamiento de la sanidad y la enseñanza públicas. Cunden los recortes, aumenta la indignación. En tales circunstancias a la ciudadanía le resulta indiferente si PP y PAR son pareja de hecho... o de deshecho.