No creo que exista el interés general, entendido de manera absoluta. Tal vez, ante problemas muy determinados y genéricos (una catástrofe natural, por ejemplo) surjan aspiraciones y necesidades obviamente mayoritarias. Pero si ponemos la lupa sobre asuntos más concretos y opinables, cada cual (colectivos o individuos) tira p'a lo suyo. Cuando sube la prima de riesgo y la Bolsa da bandazos hay alguien ganando dinero. Cuando la última reforma laboral va acabando con los convenios colectivos alguien se frota las manos. Cuando la educación y la sanidad públicas inician su viaje hacia el copago y la pérdida de calidad nuevos negocios se dibujan en el horizonte.

Hoy, en España, los comunicadores de la derecha creen que Rajoy (a quien critican con creciente saña) no tiene... ¡ejem! para hacer la reforma del Estado que necesita este país (según ellos). Pero al presidente del Gobierno se le han rebelado sus alcaldes, decididos a frenar la nueva ley municipal porque les quita competencias. Chúpate una de intereses comunes. Encima, el pesado de Obama interrupió ayer las vacaciones de nuestro presidente para preeguntarle no se qué sobre la crisis. ¡Y la hora de la siesta! Total, que le jorobó el día al pobre Mariano.

La última encuesta del CIS (además de desvelar que el PP pierde fuelle electoral, que el voto se dispersa y que la gente desconfía cada vez más de los políticos), ha precisado que son más los partidarios de reducir o anular el poder de las autonomías para volver al centralismo, que aquellos otros decididos a seguir como estamos... aunque nada menos que un 8,9% propone dar a las comunidades la posibilidad de ser independientes. Casi na. Pero, mira, el presidente gallego quiere reformar el sistema electoral de su tierra para reducir el número de diputados, pues estamos en crisis y bla, bla, bla. Claro, quiere hacerlo de tal forma que se garantizará nuevas y mejores mayorías desequilibrando la representación por provincias. Qué majo.

Total, que hoy hablarán de los próximos e inciertos presupuestos de Aragón Rudi, Biel y Lambán. ¿Intereses comunes? ¡Anda ya!