Se quedó flipada la canallesca cuando el lunes por la tarde (con solo un mes de retraso)les presentaron el proyecto de Presupuestos aragoneses sin ordenar, sin posibles comparativas, sin clarificar conceptos ni partidas... Esto es un deshueve, se oyó decir.

Pues sí que lo fue. Pero lo seguía siendo ayer, cuando ya habían colgado en internet el dichoso anteproyecto y las comparativas estaban disponibles. Se podía comprobar fácilmente cómo en Sanidad y Servicios Sociales, Educación, Empleo o Industria e Innovación se recortará más de un 10% (en los dos últimos departamentos, más del 20%) respecto de los terribles recortes del año actual. También era factible escandalizarse al ver que los únicos incrementos correspondían a las llamadas administraciones comarcales y al capítulo que engloba los costes financieros y las sociedades públicas, que pasa de 450 millones ¡a más de 830! Pero ni por eso ni por la increíble previsión de ingresos cabía rebotarse. Para qué. Esos Presupuestos, que PP y PAR aprobarán sin despeinarse, son un simulacro, un tararí que te vi, una chirigota. No se cumplirán. No son ningún compromiso legal. No son nada.

Ya adelanté que la Ley de Acompañamiento creará de hecho un estado de excepción presupuestario que suspenderá de facto el desarrollo de leyes y planes, sean de Dependencia, de Servicios Sociales o de Vivienda (¿comprenden por qué la CREA le reclamó tan ardientemente a Rudi el pago de las "subvenciones debidas de las áreas prioritarias de urbanización"?). Luego, desde el mismo arranque del ejercicio, se llevarán a cabo por el departamento de Hacienda las consabidas retenciones de crédito, lo cual impedirá de hecho cumplir el gasto previsto, minimizará la inversión y generará nuevos impagados. Así que no nos acaloremos, pues lo que sea sonará y sólo cabe esperar el cumplimiento de la profecía de Fátima Báñez y Critóbal Montoro: en el último trimestre del 2013, cuando estemos con el agua al cuello, se producirá el milagro y la economía volverá a crecer como crece la hierba en primavera. ¿A que es bonito?