No sé, la verdad, por qué le damos tantas vueltas a lo del 15-M, cuando dentro del mismo sistema florecen tantas iniciativas de inequívoco carácter destructivo. En dos añitos de nada hemos pasado (gracias a Zapatero) de un modelo bipartidista a otro de partido hegemónico, y de este (gracias a Rajoy) a uno nuevo en el que la dispersión del voto incluso puede llevarse por delante la alternancia habitual. Los jefes de los dos grandes partidos, con sus respectivos acólitos han provocado estos fenómenos de manera sucesiva. El del PP aún quiere llegar más lejos resucitando al PSOE tras haberlo dejado en el depósito de cadáveres. Esta gente es demasiado.

Se lo explico en términos más locales. El grupo del PP en el Ayuntamiento de Zaragoza puso ayer el grito en el cielo porque la corporación presidida por Belloch ha perdido un juicio entablado por FCC, la concesionaria de las basuras. Casi cuatro millones costará la broma. Mal, ¿eh? Pero los socialistas siempre pueden replicar (y replican) que el Gobierno de Aragón acaba de sufrir otro fallo en contra, en este caso por una reclamación de los contratistas que urbanizaron Plaza, con un montante de casi once millones de principal y más de tres millones de intereses. Por no hablar del millón y medio que le caen a la ciudad de Zaragoza por errores en las expropiaciones del Tercer Cinturón cuando era regidor Atarés. El uno por el otro, date por jodido. Así es el bipartidismo, oye.

El sistema de partido hegemónico (el PP, naturalmente) alcanzó su cénit el 20-N del 2011. Nadie le augura vida más allá del 2015. Va a ser la más efímera etapa de la actual era democrática. Mientras, pasan cosas curiosísimas: en Aragón no hay dinero para los servicios públicos esenciales, pero sí para enchufarles veinte millones extra a las comarcas; o bien la bendita DGA se apunta el tanto de mantener en Aragón las líneas ferroviarias de mediano recorrido... por el sencillo procedimiento de pagárselas, céntimo a céntimo (y son más de seis kilates), a Fomento. Así se reduce el déficit de la Administración central.

En este plan no hay modelo que aguante. Se descuajerigan solos.