¡Oh, dioses¡ Tengo a reventar el buzón de los emails, y ya no sé de qué hilo tirar. Un vistazo a

los mensajes resume la que está cayendo. Y la cosa va a más. Ya ven lo que exige Bruselas: leña al mono hasta que hable alemán. El planeta de los simios está que arde.

MHUEL, en nombre de la Marea Ciudadana, anuncia que ha ganado en el Tribunal Superior de Justicia de Aragón el derecho a manifestarse (mañana sábado, contra la Troika) por la calle Alfonso de Zaragoza. Los de la Galliguera se concentran ante el parque de Bomberos de Ayerbe para evitar que se les lleven a Huesca el único camión de bomberos que presta servicio en la zona. En Alcañiz se preparan para exigir que su futuro hospital público sea público de verdad (total sólo supondría la décima parte de lo que costaron, cuestan y costarán las carreras de motos). Las limpiadoras de centros sanitarios, actualmente en huelga, convocan (también para mañana, al mediodía) una concentración ante el Pignatelli. Mis compañeros de la Federación de Asociaciones de Periodistas de España se felicitan porque el ministro Gallardón, ante las protestas de La Canallesca, ha puesto la marcha atrás y eliminará de la futura Ley de Enjuiciamiento Criminal los artículos que permitirían a los jueces prohibir la información sobre sumarios en curso (o sea, sobre temas tan ricos como lo de la trama Gürtel, Bárcenas o Urdangarin y señora). Por fin, en el Día de la Educación Aragonesa, la presidenta Rudi advierte contra todo intento de introducir "consignas y sesgos ideológicos" en la enseñanza (¿se referirá al ministro Wert y a su nueva Ley?). Un sinvivir.

Que Luisa Fernanda haya tenido ese desahogo, justo cuando la Religión está a punto de ser repuesta como asignatura y se potencia a la concertada cuyos centros proclaman sin rubor su ideario, resulta de lo más curioso. Pero ayer también vi a González Pons ocupar la tribuna de oradores del Congreso para explicar ¡la Ley de Transparencia! que propone el Gobierno de España. Ante semejante temporal me fui corriendo a esconderme en casa. Caían chuzos de punta.