Pero... ¿será verdad que estamos saliendo de la crisis? Muchos expertos responden a esta pregunta con un "sí". Claro que quienes contesten con un "no" saben lo que ha de pasarles: se les considerará radicales sin remedio, dejarán de ser economistas oficiosos y sus ingresos (contratos, encargos, asesorías, colaboraciones) se resentirán por ello. Naturalmente ningún experto en su sano juicio quiere tal cosa.

Retocar las estadísticas macro es fácil, porque sus datos fundamentales, como el PIB o el IPC, se calculan mediante una alquimia con la cual siempre es posible matizar el resultado último. En todo caso, el porcentaje de paro ha de ofrecer a partir de ahora lecturas positivas, que se pueden descontextualizar y vender (como hace Rajoy) en el reluciente mercado de las buenas noticias. Habrá menos paro porque habrá menos personas que aspiren a trabajar. Este bendito país pierde población activa... y población en general. Los emigrantes vuelven a sus países de origen, la gente de más de 50 abandona, los jóvenes se piran, la temporada turística ha sido buena... Así ha creado España ¡31! puestos de trabajo netos. En el actual retorno a los 60, solo hace falta echar fuera a dos millones de currantes sin esperanza (como pasó entonces) y el problema estará definitivamente resuelto. Además ahora no exportamos mano de obra sin cualificar, sino a nuestros jóvenes titulados cuya formación costó un huevo.

Es muy aventurado decir que salimos de la recesión cuando hay casi seis millones de parados reales, el nuevo empleo es de muy baja calidad y la mejora de la competitividad se obtiene reduciendo los salarios de tal forma que los mileuristas se han convertido en privilegiados. En este agosto apenas se han vendido coches. La compra de bienes de equipo no chuta. El Sareb o banco malo vende activos inmobiliarios a fondos buitre ¡financiándoles la compra! Todo se paga con la pasta que pierde la mayoría de la población sometida a una inmisericorde devaluación interna.

Pero el Gobierno dice que esto va guay. Y que nos olvidemos de Bárcenas. Ustedes mismos.