Pues sí: el martes calculé mal los ingresos de taquilla en Motorland. Pero es que, aun corrigiendo la cuenta, los retornos netos totales de cada GP tampoco justificarían los gastos (4 o 5 millones, frente a 10 o 12). Y conste que dichos gastos los calculo (a ojo de buen cubero pues nos ocultan cuidadosamente su cuantía precisa) ciñéndome a lo que se lleva en crudo Dorna, la empresa organizadora (cinco kilates del ala), más la preparación de instalaciones, el personal, los seguros (incluidos los de los corredores), el dispositivo médico, la seguridad, la publicidad y no sé cuantos etcéteras. Dejo a un lado la amortización de lo invertido en el circuito de alta velocidad y de los gastos de su mantenimiento, o lo que puede suponer el dispositivo de la Guardia Civil para controlar los accesos a Alcañiz. Otro pico. En este plan, no es raro que la Ciudad del Motor engulla anualmente una buena parte del Fondo Especial de Teruel.

Aquellos cálculos, según los cuales cada GP dejaba en el Bajo Aragón y el Matarraña 20 o 30 kilates, nunca fueron sino una majadería oficiosa, una de las muchas mentiras publicitarias que jalonan la vida y milagros de ese fabuloso lugar que debiera llamarse Motorlandia, como en los cuentos. Cualquier análisis riguroso de los retornos tendría que tener en cuenta además el hecho de que, siendo las carreras muy positivas para la hostelería de la zona (es indudable), buena parte de los alojamientos con encanto de las citadas comarcas no necesitan motoristas para colgar el completo cualquier fin de semana de septiembre.

Y ya por cerrar el tema les voy a contar cómo va esto: en la próxima temporada las motos GP ya no rugirán en Laguna Seca (EEUU), el circuito del famoso sacacorchos. Sus gestores no han podido con las pérdidas de los últimos años. Mientras, el señor Gasión sigue soñando con la posibilidad de llevar la Fórmula 1 hasta Alcañiz. Tira millas. Nos costará un mínimo de 20 millones por carrera (véase el agujero que la susodicha F-1 ha dejado en Valencia). Disparando semejantes salvas, mal será que no le demos a algo... O a alguien.