Eso de que la cosa macroeconómica va bien (y que del macro al micro sólo hay un paso) no cuela por mucho que lo diga el Gobierno. España tiene hoy una situación bastante peor que en el 2011: en evolución del PIB, en deuda pública, en déficit anual, en paro, en consumo interno... Sólo causan buena impresión las exportaciones (con una mejoría relativa engañosa, pues se parte de tan abajo que la más mínima subida ofrece porcentajes espectaculares) y la evolución de la prima de riesgo (lo que también tiene miga, porque ahora mismo anda por los doscientos y pico, cifra que, cuando Zapatero, se dio por absolutamente insoportable). El argumentario de la luz al final del túnel no se tiene en pie, pero el PP lo apuntalará de aquí a las próximas elecciones. Lo hará porque quiere y porque puede. El PSOE no podría ni de coña (de hecho, no pudo), pero la derecha juega con otras reglas. Y gana, claro.

Resulta muy curioso y significativo el alboroto que se ha montado por el desembarco del magnate digital Bill Gates en la española FCC. Con sólo 113 millones ha comprado el seis y pico por ciento de dicha compañía. Para el dueño de Microsoft gastarse ese dinero equivale al esfuerzo que podemos hacer cualquiera de nosotros pagándonos una cañita al mediodía. Una bagatela. Se proclama a los cuatro vientos que el advenimiento de Gates es lo más de lo más. Pero la verdad tiene otra cara: España está tan barata que cualquier supermillonario puede entrar en sus mayores empresas invirtiendo cuatro cuartos.

La alegría de Rajoy, Guindos o Montoro (secundados por Alierta o Botín) no está causada por una mejoría de las macrocuentas que no existe, sino por la constatación de que su programa de devaluación interna se cumple a rajatabla sin que el país estalle. Bien al contrario, mucha gente traga. Y si el personal es capaz de comerse con patatas un empobrecimiento como no se conocía desde el final de la Guerra Civil (España no recuperó hasta bien entrados los Cincuenta el nivel económico de 1936)... ¿porque no se va a comer enterito el nuevo cuento de los brotes verdes?