El ministro de Industria, José Manuel Soria, quiere acabar con el carbón y le da igual a qué precio. Rebajar la producción para este año un 41% supone abocar a las empresas mineras aragonesas a aplicar ajustes de empleo porque algunas ya han extraído más del que se quiere asignar para todo el año. Ni hace caso al sector ni al Gobierno de Aragón, que pedía más volumen de producción y justo le da lo contrario. Quizá por eso ayer la consejería de Aliaga no quiso opinar. El PP va a acabar con las minas aragonesas. Y sin rubor.