Llegaron las lluvias, se llenaron los embalses, y la electricidad sigue subiendo, en torno a un 20% más cara que el año pasado. Y cada año a peor, por un pretexto u otro, la energía sigue al alza.

La principal causa de estos precios desorbitados es la energía hidráulica, pues a pesar de que debiera ser la fuente de energía más barata, una vez amortizadas la casi totalidad de las infraestructuras hidroeléctricas, lo cierto, es que se vende a precio de oro. Y es que la energía hidráulica, tiene una ventaja frente a las demás fuentes de energía, que al producirse la energía con agua embalsada las empresas hidroeléctricas solo la generan cuando el precio de la energía es más caro en el mercado.

El contrasentido esta servido: España dispone de unas infraestructuras hidroeléctricas amortizadas que generan una energía muy barata, pero se vende muy cara. Una perniciosa especulación de la energía que progresivamente va ahogando nuestra economía, tanto a consumidores como a empresas, tanto a empresas como a consumidores.

El remedio no puede ser otro que desactivar este mercado especulativo de la energía y para ello la asociación Aragón Suma ha presentado en el Congreso de los Diputados una iniciativa legislativa popular sobre una nueva gestión de los saltos hidroeléctricos. La oportunidad nos la da la progresiva finalización de los plazos de las concesiones de los saltos hidroeléctricos y la reversión de las instalaciones al Estado.

La política del Ministerio de Medio Ambiente, gestionado por el Partido Popular, es que una ver finalizadas las concesiones hidroeléctricas, éstas deben salir de nuevo a concesión para que vuelvan a ser gestionadas durante décadas por las empresas energéticas de nuestro país, a cambio del pago de un canon. La política del ministerio no tiene salida buena: si el canon es bajo, les regalamos el dinero a las empresas energéticas y seguimos pagando la especulación de la energía, y si el canon es alto, encarecemos todavía más el precio de la energía.

La propuesta de Aragón Suma es una nueva gestión de los saltos hidroeléctricos mediante un sistema mixto de gestión descentralizada Administración-empresas de mantenimiento y comercialización de la energía. No hay que olvidar que la energía hidroeléctrica se produce con agua que es de dominio público y en instalaciones en los cauces de los ríos que también son públicos.

Los saltos con carácter general serían gestionados a través de las entidades locales, salvo los saltos de gran potencia que serían gestionados a través de las Comunidades Autónomas. Por razones de coordinación en la gestión del agua, los saltos en embalses de abastecimiento y riego serían gestionados a través de las Confederaciones Hidrográficas y los saltos en canales por las comunidades de usuarios del agua que los gestionen.

El resultado sería una energía más barata para todos y una gestión más trasparente frente a la opacidad del sistema actual. Además, se condicionaría la energía generada y los beneficios obtenidos, al desarrollo de políticas de desarrollo económico y competitividad, mediante medidas orientadas a la creación de empleo, asentamiento de la población, mejora de la competividad de las empresas mediante el suministro de energía a bajo coste en zonas en proceso de despoblación, mejora de los servicios públicos, así como, a la financiación de las infraestructuras del agua y la restauración ambiental. Actualmente todos los beneficios millonarios se los llevan las empresas energéticas..

Para solicitar el apoyo a esta nueva gestión de los saltos hidroeléctricos la Asociación Aragón suma iniciará una vez sea admitida la ILP por las Cortes Generales una campaña para la recogida de las 500.000 firmas necesarias para su tramitación. Sin un apoyo masivo de los ciudadanos no será posible esta nueva política energética en nuestro país, seguiremos pagando la energía a precio de oro y nuestra economía cada año será menos competitiva.

*Presidente de la asociación Aragón Suma