El instituto zaragozano José Manuel Blecua instaló hace nueve años unas placas solares en el tejado que financió el IDAE para vender electricidad a Endesa. Al cabo de 25 años, los beneficios de esa producción pasarían al instituto. Una buena idea que permitía promocionar las energías renovables y ayudar al centro educativo. Todavía no han funcionado. Entre licencias de conexión, peticiones municipales, informes de ingenieros y un largo etcétera, el caso es que siguen sin estar operativas. No puede ser que la burocracia, de cualquier nivel y responsabilidad, no haya desatascado el proyecto.