Un 30% de las enfermeras del hospital Miguel Servet pide cambiar de destino. La fuerte presión asistencial a la que se ven sometidas estas profesionales sin que cuenten con los recursos humanos adecuados para cubrir bajas o vacaciones, les hace denunciar unas condiciones laborales, de sobrecarga de trabajo, difíciles de mantener en el tiempo. Como es habitual, fuentes de la Consejería de Sanidad niegan tal situación. Casos personales, sin embargo, corraboran las denuncias sindicales. No debería considerarse normal que 300 de las mil enfermeras de un centro hospitalario quieran cambiar de destino. No es algo que se produzca en otros hospitales, menores en dimensión, pero de actividad contrastada. En Urgencias todavía es más grave, de 70 se van 22 y 31 han pedido el traslado. ¿Y la consejería cree que no pasa nada?