No sé por qué se ha escandalizado tanto alguna gente. Susana Díaz y Pedro Sánchez se fajaron en un bronco intercambio de golpes (dialécticos). Sí; pero eso estaba cantado y formaba parte de la lógica, dada la actual situación del PSOE. Lo raro hubiera sido que ambos apareciesen en el debate dándose el pico. Además, en tal caso, ¿qué habría podido hacer el bueno de Patxi López?.

No pocos partidarios de las primarias están rectificando por aquello de que poner a votar a las bases suele ser confuso e imprevisible. Bueno... tan confuso e imprevisible como cualquier proceso democrático abierto, directo y no sujeto (al menos por ahora) a control. Eso es lo que produce desasosiego en la gente más ordenada: que las primarias las cargan el diablo... o los ángeles benditos, y siempre son una incógnita. De ahí que se tienda (por parte de quienes integran las cúpulas políticas) a llevarlas a cabo de la manera más manejable y menos deliberativa.

En España la derecha ha sido siempre caudillista. Y las izquierdas, muy partidarias del centralismo democrático. En su último congreso el PP secundó a Rajoy (único candidato a la jefatura) con una patética votación a la búlgara. En el PSOE los aparatchiks añoran los viejos buenos tiempos en que todo venía atado y bien atado (con algún outsider de Izquierda Socialista dando la minoritaria nota yeyé). Será por eso que las primarias desconciertan, agobian y soportan tantas opiniones en contra. Como si la tradicional vida interna de los partidos viniese siendo un prodigio de participación y debate en profundidad. ¡ Por favor!

Total, que Susana y Pedro se arrearon sin piedad. No acabaron de definir ningún proyecto más o menos concreto. Se supone que la andaluza lo hará hoy (después del debate, ¡válgannos los dioses!). Pero era lo único que podían hacer, a la vista de la que ha caído (y la que ha de caer)..

Ya lo dijo Patxi: la secretaría general del PSOE ha dejado de ser un billete a La Moncloa. Al tiempo, los socialdemócratas alemanes perdían Renania, uno de sus feudos históricos. Ahí duele.