El acuerdo verbal al que que supuestamente llegaron los sindicatos y el director general de la Función Pública para recuperar la extra del personal de la DGA se ha convertido, súbitamente, en objeto de mayor discordia. Al parecer, Comisiones Obreras y CSIF no llegaron a captar en un primer momento que tal recuperación no pasaba de ser una promesa sin asignación presupuestaria para el 2016, por lo que podría quedarse para el 2017... o cuando haya fondos. CCOO se retractó ayer del pacto, CSIF mostró su malestar pero no tomó medidas tan extremas, mientras UGT intentaba minimizar el problema y expresaba su confianza en que la paga se hará efectiva al año que viene. Esta es una consecuencia más de las dificultades del Gobierno de Aragón para cuadrar las cuentas, recuperando inversión social y en el conjunto de los servicios públicos, y atendiendo las exigencias al respecto de Podemos, que lanza sus condiciones a través de los medios pero se resiste a sentarse a negociar. Quizás porque teme ser objeto de alguna trapisonda como la que ha dejado a los sindicatos confusos y enfadados. Sin dinero se gobierna muy mal.