La La Federación de Padres y Madres de Alumnado de la Escuela Pública de Aragón (Fapar), sí apostamos por el modelo BRIT Aragón que el Departamento de Educación ha publicado en periodo de exposición pública y ha remitido al Consejo Escolar de Aragón (CEA) para su preceptivo informe.

Por eso, esta federación ha acogido con sorpresa y tristeza el rechazo del informe al mencionado modelo de bilingüismo en el Pleno celebrado en el CEA, especialmente por parte de los sindicatos de la escuela pública, que han valorado exclusivamente cuestiones laborales de su colectivo.

Desde esta federación entendemos la escuela, y en particular, la escuela pública como un lugar y espacio vivo y en consecuencia en permanente cambio y evolución porque si no da respuesta a las necesidades de formación de su sociedad garantizando la igualdad de oportunidades, no será útil y no podemos permitirnos una escuela inútil. En este sentido nadie cuestiona la obligación que la Administración tiene de atender a la formación en idiomas, a través de la escuela pública y para todo su alumnado, y así lo hemos reiterado y exigido las familias. Por eso desde Fapar defendemos y valoramos el modelo integrado de bilingüismo que se inició hace años en nuestra comunidad con el British Council, y los currículos integrados de alemán y francés, que han sido altamente valorados por las familias y que convirtieron Aragón en un referente nacional.

Por esa misma razón, Fapar fue muy crítica y rechazó el modelo implantado en la anterior legislatura a través del PIBLEA que generalizaba el bilingüismo pero a costa de no garantizar la calidad del mismo, sin una planificación ni continuidad entre las distintas etapas y sin recursos. Eso supuso dejar a los centros desamparados, especialmente a la escuela pública que abarca los centros más pequeños y los rurales, con escasas y cambiantes plantillas, ante una implantación que en muchos casos complementaban las familias con recursos privados, rompiendo con lo que para nuestrafederación es un principio irrenunciable: la igualdad de oportunidades para todo el alumnado.

Y por lo indicado anteriormente, en Fapar acogimos con ilusión que se paralizase la implantación del PIBLEA, se hiciese un estudio sereno de la situación de nuestros centros públicos y se propusiese un nuevo modelo de bilingüismo, mucho más próximo al exitoso de los currículos integrados mencionados, donde se garanticen unos mínimos del currículo en el idioma elegido, se planifique la continuidad entre etapas, se ponga énfasis en la competencia oral, se dote de medios a los centros, se facilite la formación al profesorado y la Administración ejerza de garante de todo esto. Así se anunció el modelo BRIT-Aragón, y así llegó su borrador al CEA, en cuyo seno a todas las organizaciones se nos da la oportunidad de hacer aportaciones de mejora, que son aceptadas o no en el primer informe que se elabora y que pasa a la comisión permanente, donde sigue existiendo la posibilidad de efectuar enmiendas para que sean debatidas y valoradas por los miembros de la misma. Tras el debate en la comisión permanente, el informe fue aprobado, recibiendo no solo el voto positivo de Fapar, puesto que desde las familias de la escuela pública entendemos imprescindible toda apuesta que mejore nuestras escuelas, sino el del 77% de sus integrantes. Por eso, nos cuesta entender que se haya rechazado en el Pleno.

En Fapar, que representamos a las familias de la escuela pública, porque creemos y defendemos la escuela pública como garante de ese derecho a la educación que todo ciudadano tiene independientemente de en qué parte de nuestro territorio viva, qué fe profese, qué cultura le ampare, qué raza le haya tocado o de qué cuenta corriente disponga; en Fapar, que sabemos que el profesorado es una pieza fundamental en la escuela, que es el sostén de la misma cuando tantos cambios y vaivenes se producen en ella; en Fapar, que creemos firmemente en el concepto de comunidad educativa, nos cuesta entender que quienes formamos parte de la misma no tengamos un verdadero y firme compromiso con ella, con la escuela pública, la de todos y todas, y se antepongan intereses particulares a los colectivos, porque creemos que deben ser compatibles, pero no excluyentes.

*Presidenta de Fapar