No, lo que hoy se decida en el Comité Federal del PSOE sólo será un jalón formal en el extraño y tortuoso camino que ha emprendido España tras el 20-D. Se decía ayer que los socialistas van a tirarse más hacia la izquierda que hacia las ordenadas salidas (o sea, salidas de orden) que les quieren imponer desde los ámbitos conservadores y el mundo de los negocios. Pero habrán de trufar sus intenciones con las consabidas reservas ante el llamado populismo. O sea, sí pero no, o no pero sí. Pedro Sánchez apenas tiene margen de maniobra. Si aceptase apoyar por activa o pasiva la gran coalición con PP y Ciudadanos, firmaría la partida defunción de su partido. Si no... tendrá que jugar sus bazas con mucha finura y regatear a quienes desde sus propias filas ya le siegan la hierba bajo los pies. Podemos está ahí, esperando el fallo. A Iglesias y los suyos les están atacando con una saña que no mejorarían ni aquellos columnistas de El Alcázar que a mediados de los Setenta vomitaban fuego cuando escribían sobre Felipe González. No podían imaginar que el joven Isidoro era perfectamente capaz de convertirse en un anciano millonario, conservador e instalado en ese elevadísimo Olimpo donde los integrantes de la élite global juegan a ser dioses.

Por otro lado... ¿qué importa lo que diga o deje de decir el Comité Federal? Ésa es la cuestión. Es muy probable que la salida a la actual crisis política no dependa de los partidos. Las iniciativas que sí pueden ser decisivas se tomarán en otros lugares. Será por eso que Rajoy, con esa impasible galvana suya, ha decidido pasar de investidura, dejar correr la bola y esperar a que Draghi vaya dejando de comprar deuda española. Entonces la prima de riesgo superará los doscientos puntos, sonarán las alarmas, la socialdemocracia europea llamará al orden desde Berlín, se hablará mucho del bien común, se nos invitará a escarmentar en cabeza griega... Y pasará lo que tenga que pasar. O habrá que repetir las elecciones (a ver cómo y en qué condiciones).

Les juro que si llega a gobernar la izquierda (PSOE, Podemos, IU), me voy a quedar de piedra. Cuajadico.