El verano es una buena excusa para la celebración de fiestas y convites, tomar una copa con los amigos, olvidarte del reloj y charlar sobre lo divino y lo humano hasta que el cuerpo aguante-Viene esto a cuento de lo mucho que se habla estos días en los mentideros zaragozanos de algunos de los festejos celebrados los últimos días. Cuentan y no acaban de la gala de presentación de contenidos de la Expo 2008 que, al parecer, resultó todo un alarde de buen hacer. Se trataba de desvelar a los más de 1.000 invitados alguno de los contenidos de la muestra y Expoagua supo vender la imagen de Aragón y de Zaragoza que estamos necesitando. Enhorabuena. Actos de ese calibre sirven, además de para recibir una buena dosis de autoestima, para acallar las voces de los agoreros que siguen insistiendo en el "no llegamos"- Otra fiesta que ha dado mucho que hablar fue la ofrecida por los exconcejales, Atarés, Mur, Orós y Azcón, excluidos por el PP de las listas municipales en las pasadas elecciones, a la que no acudí pese a estar invitada por un imperdonable error de agenda. Se dijo que era una fiesta de despedida de los compañeros de corporación, funcionarios y periodistas, pero fue algo más. Lo saben los protagonistas y lo sabe el Partido Popular, cuya crisis interna es más que evidente. Y siguiendo el rastro festero, no ha venido en los periódicos ni ha sido recogida por ninguna crónica social, pero la fiesta dada por mi amiga Lola Campos a sus amigos para celebrar, simplemente, el estar juntos fue tan genial como su anfitriona, que ya es decir.Periodista