El archivo del llamado 'caso Caladero' se esperaba porque la carga de prueba nunca tuvo la contundencia de otras piezas derivadas de las investigaciones sobre la gestión de Plaza. Las temerarias suposiciones del Tribunal de Cuentas, el retraso en la aportación al juzgado de informes y documentos y la propia lentitud de los mecanismos procesales han mantenido hasta hoy la imputación de cuatro personas (Carlos Escó, Santiago Coello, Pilar Valdivia y Pedro Colás) que ahora quedan libres de toda acusación penal. Lo cual permite volver la vista al resto de los sumarios en curso y reclamar que su elaboración tenga el ritmo más vivo posible. Es inaceptable que asuntos tan candentes encallen en los tribunales, con lo cual los imputados, si son inocentes, deben arrastrar durante años una carga abrumadora, y si son culpables acaban beneficiándose de un tiempo muerto que aleja el delito de su adecuado castigo.

Lo ocurrido en Plaza debe aclararse con rapidez. No cabe imaginar que se repita aquí lo sucedido con el principal sumario relativo a la gestión municipal de La Muela, que acumula ya siete años sin un desenlace.