Cómo está el patio español y aragonés. Sánchez tratando de montar el Gobierno de España, rehuyendo a los populares por corruptos, y le salen sapos venenosos en sus filas aragonesas. Oportuno Escó, el que fuera viceconsejero de Obras Públicas con Marcelino Iglesias. Cuatro años de prisión por malversación de caudales públicos en Plaza. Vale que la sentencia no afecta al consejo de administración y tampoco a "la honorabilidad" del que fue presidente de la DGA más de una década. Pero, sí a la integridad y ética públicas, representadas entonces en la figura del hoy senador socialista. Por no hablar del lugar en el que deja a la súper ley en dichas materias que la DGA remitió a las Cortes, esa que Lambán tilda de "la más rigurosa y exigente de España". Mucha ley, y ningún control cuando debió hacerse, pese a las sospechas de irregularidades que el marcelinato se encargó de ocultar, como asevera la diputada popular, Mar Vaquero. Y si no, "¿por qué Lambán no ha denunciado penalmente al denunciante del caso, Chabier Mayayo, por sus acusaciones? Sería sensato que Iglesias dejara su escaño aunque no se le presumen responsabilidades penales. Por una cuestión de "ética", por permitir la "falta de controles" en una empresa pública y para que la ciudadanía no perciba que sigue habiendo "impunidad política", como puntualizan la diputada de IU, Luquin, y el podemita Echenique. Pero eso solo ocurre en las pelis, esas que a Sánchez le encanta protagonizar. ¿Adivinan el final?

Periodista y profesora de universidad