Es loable la referencia que ayer realizó el presidente del Tribunal Superior de Justicia de Aragón, Manuel Bellido, a la labor de los jueces de paz, una figura que --recordó-- forma parte del Poder Judicial. Su función deben resolverla lamayoría de veces con escasos conocimientos y en un entorno como los pueblos, donde todos se conocen. Por eso suena a deseable que la propuesta de mejorar su formación sea tenida en cuenta y se habiliten los recursos para ello. Ello facilitaría su consideración social, que también se reclama.