El departamento de Desarrollo Rural de la DGA que dirige Joaquín Olona no acaba de acertar con los ganaderos sobre la situación en la que se encuentran por la presencia en Aragón de osos y, sobre todo, de lobos. El nuevo borrador de ayudas no satisface a los afectados por lo que van a presentar alegaciones y, si no hay cambios, están decididos a no solicitar esas subvenciones. La pugna está en que la DGA plantea medidas para prevenir los ataques de los animales en las explotaciones y los ganaderos quieren que se haga frente a los salvajes. El Gobierno debe analizar mejor la situación con los ganaderos y fijarse en las políticas de otros territorios para hacer frente a este serio problema de convivencia.