Escribo este artículo después de una reflexión extraída del libro de Sergio Fernández Vivir sin miedos, en el cual se habla de vivir sin ese lastre que nos impone el miedo a la hora de hacer tantísimas cosas. Más que soluciones, el libro nos plantea preguntas que han de ayudarnos a trabajar en el propósito de enfrentarse cara a cara con nuestros miedos y así dar otro sentido a nuestra vida.

En uno de sus capítulos, el autor nos habla de cómo miles de personas llenan un estadio de fútbol y vibran con lo que hacen 22 individuos. La masa mira y no puede hacer otra cosa que animar, silbar o arrojar algún que otro objeto, pero nunca interviene en el juego, y sin embargo está allí volcada y emocionada por ver lo que hacen los 22 jugadores de los dos equipos en el campo. El autor ve esto como una metáfora de la vida, es decir, unos pocos juegan y la gran masa mira.

En España hemos pasado por un periodo de crisis que ha convulsionado los cimientos de nuestra sociedad, una sociedad que en la precrisis vivía en un estado de letargo, viendo jugar a unos pocos. Nos lamentábamos, sí; pero nadie salía a la calle a protestar, porque quien más quien menos disfrutaba de un cierto bienestar. Pero llegó la crisis, y los desahucios, los escándalos de corrupción, los recortes, las pensiones insuficientes, el desempleo, la violencia de género, los rescates financieros y algunas sentencias judiciales abusivas que han hecho que hoy las movilizaciones sociales sean una realidad con voluntad de transformar las cosas que no nos gustan.

*Cómico