Desde los primeros estudios del Instituto de Geografía Aplicada del CSIC en los años 50 del siglo pasado hasta la actualidad, la investigación geográfica en Zaragoza ha sido puntera en muchos aspectos, pero en las dos últimas décadas la creación de equipos de investigación sólidos y la incorporación de las nuevas tecnologías han supuesto un impulso extraordinario. Desde el principio la investigación geográfica en Zaragoza se distinguió por estar atenta e intentar comprender y explicar numerosos desafíos de nuestra sociedad: la ordenación del territorio y la planificación, los análisis demográficos y la despoblación, el medio físico y los riesgos ambientales y su prevención (inundaciones, incendios…), el desarrollo urbano, industrial y turístico, la cartografía y la gestión de datos del territorio. Se definieron conceptos, objetivos y metodologías correctos que han dotado de significado a las nuevas tecnologías que sin conocimiento y criterios se quedarían en mero artificio.

La experiencia acumulada permite avanzar ahora muy rápidamente gracias a la capacidad de manejar infinidad de datos que nos proporciona la tecnología avanzada, así como alcanzar una gran precisión espacial y temporal en la información sobre el territorio. Un ejemplo evidente de estos progresos lo constituye la Tesis Doctoral de Roberto Serrano Notivoli leída el pasado 3 de marzo en el departamento de Geografía y Ordenación del Territorio de la Universidad de Zaragoza bajo el título Reconstrucción climática instrumental de la precipitación diaria en España: Ensayo metodológico y aplicaciones. La tesis, en el marco de los estudios del grupo de investigación «Clima, Agua, Cambio Global y Sistemas Naturales», ha sido dirigida por los doctores Martín de Luis, Santiago Beguería y Miguel Ángel Saz.

El estudio de la precipitación a escala temporal diaria ayuda a comprender el comportamiento de fenómenos extremos y sus riesgos asociados (hidrológicos, geomorfológicos, erosivos, agrícolas …) derivados de la precipitación intensa diaria o inferior. Probablemente sean estos eventos uno de los impactos más importantes del cambio climático (IPCC, 2014). Ambos factores, la gestión local de los riesgos y los impactos futuros, ahondan en la necesidad de una mejora en la resolución espacial y temporal de las bases de datos de precipitación.

Con este objetivo, el Roberto Serrano toma toda la información de precipitación existente en AEMET (1950-2010) y todos los datos disponibles de las confederaciones hidrográficas y los servicios meteorológicos regionales hasta reunir un total de 12.858 observatorios en toda España. Una primera dificultad radica en el manejo de toda la información diaria registrada en un período tan dilatado y , con tan numerosos número de observatorios. Pero no es esta la mayor dificultad sino la discontinuidad de las series, la desigual distribución en el espacio y la práctica ausencia de datos por encima de 1.500 metros de altura. Por ello el autor inicia un proceso de análisis estadístico para discriminar aquellos datos aberrantes que no corresponden a la propia variabilidad natural del clima , extrapolar y estimar valores en lugares sin datos registros previos, conforme a criterios geográficos.

Se aporta un método simple en su concepción, así como flexible y efectivo en su potencial de uso para la reconstrucción de series de precipitación. Pero la verdadera aportación metodológica radica en la que es capacidad de utilizar toda la información climática disponible, capturar la alta variabilidad temporal y espacial de la precipitación, aportar la incertidumbre de cada estimación y además permitir que cualquier investigador, de cualquier disciplina, pueda generar su propia serie de precipitación diaria, asociada a la localización específica de su zona de estudio.

Como buen científico, no oculta la incertidumbre en sus estimaciones, especialmente significativa en el área mediterránea, y coincidente con la zona de mayor irregularidad de la precipitación peninsular. Se observa, en general, que esta incertidumbre es inversa a la cantidad de precipitación, a mayor precipitación menor incertidumbre determinando que es más difícil estimar la lluvia allí donde es más escasa.Esta imponente base de datos alfanuméricos serviría de poco sin la localización referenciación espacial y para ello emprende la georreferenciación de los datos y la elaboración de cartografía. Así crea un auténtico atlas de las precipitaciones en España con los mapas que tienen una resolución espacial de 5x5 Km. Pero hay un dato más que quiero resaltar, la base de datos en formato grid se ha publicado para su consulta, de manera libre, en un repositorio del CSIC. Es consultable tanto en formato numérico, disponible para cualquier análisis, como en formato espacial, para visualizar los datos brutos. El objetivo de esta reconstrucción climática de la precipitación diaria en España va más allá de una pretensión de quedarse en una mera base de datos climáticos, está llamada a convertirse en una valiosa herramienta de utilidad para la planificación territorial.

Esta es la nueva Geografía, accesible y en abierto para cualquier usuario. Se acabaron los informes poco operativos guardados en cajas inaccesibles o en el ordenador de un despacho. Es la democratización de la ciencia geográfica.

*Geógrafo. Universidad de Zaragoza