El análisis de la Cámara de Cuentas que hace un año recogieron todos los medios de comunicación aragoneses como demoledores, tiene graves repercusiones en la economía aragonesa.

Este organismo señalaba que solo en Zaragoza, los ciudadanos tendremos que pagar por el impuesto de contaminación del agua (ICA), en el horizonte de 28 años, 543 millones de euros lo que supone una media de 19,3 millones de euros al año. Para ello, los recibos tendrán que aumentar del orden del 3,7 % cada año. A estas cantidades hay que sumar lo que hemos pagado por el saneamiento en Zaragoza y que ha supuesto unos 400 millones de euros desde el año 1993.

En el resto de Aragón la situación no es más halagüeña. Pagan más del doble que la media española y diez veces más que los vecinos riojanos. Hay 450 pueblos en Aragón que no tienen depuradoras y que llevan muchos años pagando el ICA para salvar las cuentas económicas de un Plan de Saneamiento hecho para el beneficio de las grandes empresas del sector.

Con el 70% de bonificación en el 2016, los recibos que nos están llegando a los zaragozanos son del orden de 40 euros al año. Una cantidad aparentemente asumible. Pero es engañosa ya que hay que sumar el aumento en los recibos del agua de la comunidad de vecinos y la repercusión que como consumidores pagamos de los costes del agua depurada y que se ha empleado en la elaboración de los productos que compramos Si además se tiene una segunda vivienda en alguna zona de Aragón, estimamos que el pago anual se pude situar en los 150 euros. Y esta cantidad no solo se hace perpetua para todas las familias, sino que irá creciendo y duplicándose cada 10 años.

Esto para muchas empresas, pequeño comercio, hostelería, industrias con usos intensivos del agua, serán varios cientos o miles de euros los que tengan que pagar al año. Nos atrevemos a decir que este Plan de Saneamiento irracional y desmesurado no supondrá un aliciente y acicate para que las empresas se radiquen en Aragón. Todo lo contrario.

Pero en su día no se hizo una Evaluación Estratégica del Plan de Saneamiento donde se hubieran valorado diferentes opciones de los costes y beneficios que hubieran supuesto cada una de ellas y que era obligatorio hacerlo por ley. No se hizo y seguimos sin tenerla hecha en la revisión del plan, que se nos prometió que se haría hace dos años y medio con la nueva dirección del IAA y que sigue sin realizarse.

Y se sigue sin aprobar que se haga una auditoria de la Cámara de Cuentas en todo el periodo que va desde el 2001 hasta la actualidad. Levantar alfombras parece que no interesa

En la situación actual, ¿se está trabajando desde la Consejeria de Medio Rural y Sostenibilidad para que no sigan aumentando desmesuradamente los costes del plan? Hay muchos ejemplos de que no.

Se han aprobado seis millones para un periodo de cuatro años para que una empresa externa lleve el cobro de los recibos cuando el 90% de ellos se podían facturar por las propias administraciones locales que tienen personal adecuado para ellos. A ello hay que sumar 300.000 euros para tramitar los recibos en Zaragoza.

Pero lo más grave es que el ejemplo de la depuración de Fabara se sigue sin valorar cuando no denostando y ridiculizando. Así, durante varios años en reuniones de la Comisión del Agua, se despreciaba por parte de los responsables del Instituto Aragonés del Agua una depuradora extensiva que era, cuando entró en funcionamiento, una de las treinta de este tipo que solo funcionaban en España. Y en la actualidad se sigue sin poner de ejemplo

Nosotros señalamos que si puede ser un referente a exportar a más de 6000 poblaciones españolas que tienen menos de 2.000 habitantes equivalentes como Fabara y, que de hecho, ha interesado a autoridades norteamericanas que se han personado en esta localidad por medio de su embajada en España.

En Aragón, el 21,34% de los municipios de Aragón tienen menos de 100 habitantes y el 71,68% tiene entre 100 y 2.000 habitantes, lo que nos lleva a señalar que el 90% de las depuradoras de Aragón se podrían haber construido a un coste infinitamente menor que el que ahora se nos obliga a soportar a todos los aragoneses.

Y las depuradoras que se han licitado en este último trimestre del 2017, en Calaceite y Maella, con una población similar y en la misma zona geográfica, van a costar diez veces más que la de Fabara . En Castelserás, donde aplaudimos que se haya proyectado una depuradora extensiva, el modelo elegido es 6 veces más elevado que el de Fabara.

Repetimos: es necesario un nuevo Plan de Saneamiento y una revisión de la Ley de Aguas y Ríos de Aragón. Todavía quedan por depurar las aguas de más de 450 núcleos de población de Aragón. Si no paramos esta locura, haremos corto con todo el dinero de la DGA para cubrir los costes del sistema.

Mientras tanto pedimos a los ciudadanos aragoneses que recurran sus recibos como muestra del desacuerdo con las políticas de saneamiento del Gobierno de Aragón, a la vez que solicitamos de nuevo que las instancias judiciales actúen para aclarar posibles corrupciones .

*Red de Agua Pública de Aragón (RAPA)