Mucho ajetreo tuvo ayer por la tarde el cuartel de la Guardia Civil de Calamocha por los inmigrantes de Ferreruela, a pesar de que por la tarde cierra. Pero aún estando abierto y haber doce agentes, un ciudadano que quiso poner una denuncia no pudo. Vuelva por la mañana, le dijeron.