En este periódico he publicado ya tres artículos sobre los refugiados, llegados a las fronteras de la UE, y expulsados de sus países, especialmente de Oriente Medio, por la situación de guerra, de la que no son responsables. En el de septiembre de 2015 titulado Sobre los derechos de los refugiados, destacaba que una atención adecuada por las instituciones de la UE a los refugiados no sólo es exigible por razones humanitarias, sino también por la legislación, tanto internacional como nacional. Y señalaba que la gran mayoría de los llegados son refugiados, tal como lo especifica la Declaración de Cartagena de 1984 "refugiados son las personas que han huido de sus países porque su vida, seguridad o libertad han sido amenazadas por la violencia generalizada, la agresión extranjera, los conflictos internos, la violación masiva de los derechos humanos u otras circunstancias que hayan perturbado gravemente el orden público".

En marzo de 2016 otro ¿Necesitamos de la Historia? En este decía que frente a la desvergüenza de los actuales dirigentes de la UE, el presidente de la República de México, Lázaro Cárdenas transmitió en un telegrama de 23 de junio de 1940 a su embajador en Francia, Luis I. Rodríguez: "Con carácter urgente manifieste usted al Gobierno francés que México está dispuesto a acoger a todos los refugiados españoles residentes en Francia".

En el de mayo de 2016 Nuevas prácticas imperiales, explicaba que casi todos los refugiados proceden de estados fracasados, donde la autoridad pública es inoperante (Siria, Irak, Libia, Somalia, Congo, Eritrea...). La desintegración estatal, es el resultado de la política y la economía internacionales, y en algunos casos, consecuencia directa de la intervención occidental, como en Libia e Irak.

Hoy retorno de nuevo al tema por diferentes razones. El problema humano no solo no se ha corregido, sino que se ha agravado. Por homenaje al niño sirio, Aylan Kurdi, que apareció ahogado en una playa del mar Egeo el 2 de septiembre de 2015. Todo aquel que tenga, aunque sea un poco de humanidad, tiene que sentirse estremecido ante tal imagen. Nuestros gobernantes prometieron actuar. Sin embargo, desde la muerte de Aylan, según Save The Children, otros 423 niños se han ahogado en el Mediterráneo. Y por último, por la lectura del informe Guerras de Frontera. Los fabricantes y vendedores de armas que se benefician de la tragedia de los refugiados en Europa, de Mark Akkerman, publicado por Centre Delás dIEstudis per la Pau, Stop Wapenhandel y Transnational Institute. El título es explícito. De este drama humano extraen pingües beneficios determinadas empresas de defensa y seguridad como Airbus, Finmeccanica, Thales y Safran, que proporcionan el equipo a los guardias, la tecnología de vigilancia para las fronteras y la infraestructura tecnológica para el seguimiento de los movimientos de población. Mas, hay un aspecto perverso en esta situación. Las compañías citadas y beneficiadas de los contratos de seguridad en las fronteras son algunas de las mayores vendedoras de armas a la región de Oriente Medio y el Norte de África, alimentando el conflicto que es la causa de muchos de los refugiados. En otras palabras: las compañías que están creando la crisis después se benefician de ella. La facilidad para procurarse armas no ayuda a impedir que el conflicto se apague. Y no hay precisamente escasez de ellas en estas regiones. Los países de Oriente Medio están entre los mayores compradores del mundo. Los EEUU y los países de la UE son sus principales proveedores. En la década de 2005 a 2014, los Estados miembros de la UE otorgaron licencias de exportación de armas a Oriente Medio y al Norte de África por más de 82.000 millones de euros.

El mercado de la seguridad fronteriza está en pleno auge en la UE. Se estima en unos 15.000 millones de euros en 2015 y se prevé que aumente hasta superar los 29.000 millones de euros anuales en 2022. La industria de las armas y de la seguridad ayuda a determinar las políticas europeas de seguridad fronteriza a través de grupos de presión (lobbys). La Organización Europea para la Seguridad (EOS), de la que forman parte Thales, Finmeccanica y Airbus, ha sido muy activa defendiendo el incremento de la seguridad fronteriza. Muchas de sus propuestas, como la de crear una agencia paneuropea de seguridad fronteriza, se han materializado en políticas reales (por ejemplo, la transformación de Frontex en la Agencia Europea de Guardia Costera y Fronteriza, EBCG). Además, las jornadas bianuales que organiza Frontex/EBCG con la industria y la participación de esta en mesas redondas sobre seguridad y ferias especializadas en armas y seguridad aseguran una comunicación fluida para la cooperación. El investigador Frank Slijper (Stop Wapenhandel) apuntó ya en 2004 que "la industria de armas está plenamente arraigada en el círculo de toma de decisiones en Bruselas". Las políticas de la UE sobre los refugiados las resume perfectamente Virginia Rodríguez de Fundación porCausa: "Privatización de las fronteras, criminalización del migrante, subcontrata en países vecinos y un mensaje de que la crisis lo justifica todo". Termino con una reflexión: por cómo percibimos y acogemos a los otros, a los diferentes, se puede medir nuestro grado de barbarie o de civilización. Profesor de Instituto