La Universidad de Zaragoza ha adquirido una herramienta-aplicación con la que pretende detectar los plagios en los trabajos académicos. Desde la institución quieren fomentar, dicen, «las buenas prácticas durante todas las fases de la formación del alumnado». Es curioso que se apueste por este sistema cuando está en curso una investigación por la denuncia contra un vicedecano, al que acusan de fusilar varios trabajos ajenos. ¿Solo para estudiantes?.