Estamos montando semejante drama porque Iglesias y Montero se hayan comprado un chalé que se nos está escapando un matiz que, para mí, es todavía más sangrante: el de la hipoteca. Yo me hago el siguiente planteamiento. Vas al banco y les dices que quieres un préstamo para comprarte la casa de tus sueños. Lo primero que te preguntan en el banco es: Y usted, ¿cómo piensa devolver este dinero? Y tú les contestas: Tengo un trabajo como profesor universitario y hago mis pinitos como periodista. Mi compañera es psicóloga de formación pero no se le conoce empleo estable en ese campo. Y el señor del banco te dice: A lo más que podría usted aspirar es a una hipoteca para un piso en Moratalaz, y como mucho, nos vamos a pensar si le damos cien mil euros y con aval, ojito. Ahora bien, vas al banco y dices: Buenos días, quiero medio millón de euros para pagarme el chalé. Me dedico a la política de alto rango (no de esos que curran en el servicio al ciudadano, sino a nivel líder) y ni compañera y madre de mis hijos, además de ser una lideresa también, es aprendiz de la lucha por el derecho a la vivienda, que es lo que figura en su currículum del Congreso de los Diputados. Y el del banco, en este caso de la Caja de Ingenieros, te contesta: Poco me parece medio millón, caballero. ¿Quiere usted más dinero y metemos el coche también? ¿O quizás amueblar la cocina? Y tú sales y piensas que este país ha dejado atrás la crisis porque los bancos le vuelven a dar dinero a cualquiera. Y que igual, con tu labor como político, has contribuido a que ello ocurra.

*Periodista