La larga huelga intermitente que sufrió el transporte público de autobuses en Zaragoza y que se acabó en abril ha dejado datos descorazonadores, aunque esperados. El servicio perdió por aquellos hechos el 21% de los usuarios, que se han ido recuperando paulatinamente, pero aún persiste casi un 2% que no lo usa. En fin de semana llega al 7%. El conflicto, muy enconado, ha dejado secuelas en la movilidad. No solo fueron aquellas molestias...