Muy activo en los días previos a este 23-A, el presidente Lambán ha realizado sucesivos ejercicios de voluntarismo político. Tanto cuando intentó presionar a Rajoy para poner en marcha ya la negociación de un nuevo sistema de financiación autonómica, como cuando afirmó que el patrimonio es la esencia de la identidad aragonesa. No están mal ambas proposiciones. Pero es dudoso que el actual Gobierno central (y el PP en sí mismo) pueda tomar la iniciativa en un asunto de Estado tan peliagudo como el territorial y financiero cuando aún está metido en el barullo catalán, no logra sacar a flote los Presupuestos de este ejercicio y su condición de Ejecutivo en minoría le pesa más y más.
Lo del patrimonio histórico-artístico también tiene su busilis. Porque justo estos días hemos asistido a un extraño vaivén de dimes y diretes entre la DGA y las monjicas de Sijena, quienes a su vez se dividen en las dueñas del convento (que son unas) y las que lo habitan (que son otras). Resulta que hemos invertido no sé cuántos esfuerzos y medidas jurídicas y políticas para traer de vuelta lo que las buenas hermanas vendieron sin encomedarse ni a Dios ni a Satán... Y ahora estamos liados, ¡otra vez!, con estas buenas señoras, reconvertidas en dueñas de facto del bendito y disputado tesoro.
Según el propio Gobierno aragonés, la Iglesia Católica inmatriculó en Aragón, entre 1998 y 2015, 2.023 bienes inmuebles. Ya saben, mediante un autocertificado y sin aportar ningún título de propiedad reconocido (como recordó hace bien poco la organización MHUEL -Movimiento hacia un Estado Laico-). Si sumamos a ello todo lo que la Santa Madre registró a su nombre en años anteriores, caeremos en la cuenta de que una buena parte de ese patrimonio que nos define y nos identifica... tiene dueño. ¡Y qué dueño!
La jerarquía católica nunca soltará el pedazo de identidad que nos ha secuestrado. Podrá admitir dinero del erario para restaurar sus tesoros, mas será ella quien los administre y negocie. A Rajoy tal vez se le pueda sacar algo. A la Iglesia... ¡Bufff! H
