El diseño por parte del Gobierno de Aragón desde el 2005 de una red de hospederías de calidad en edificios o lugares pintorescos ha tenido un desarrollo desigual. Mientras algunas han respondido a las espectativas y siguen manteniendo la atracción de visitantes y la viabilidad como negocio, otras han caído en la desidia o directamente en la mala gestión de la misma adjudicatarias, con procesos judiciales por parte de la DGA para recuperarlas. Conviene que la apuesta del Ejecutivo por este modelo turístico impulse estrategias que permitan mantener y aumentar el apoyo a las hospederías que funcionan y lograr sacar del ostracismo a las que han caído como consecuencia de la mala gestión empresarial.