La puntualidad es siempre una muestra de respeto entre las personas. Si alguien no cumple, los perjudicados son quienes esperan. Pero aún es más grave que sea el convocante de la reunión quién llegue tarde a la misma. Ayer por la mañana, el alcalde de Zaragoza, Pedro Santisteve, por un lado y la concejala Arantza Gracia, por otro, llegaron un cuarto de hora tarde a las convocatorias de prensa respectivas. Y empieza a ser costumbre...