Los colegios concertados recibieron ayer con júbilo la decisión de los juzgados de lo contencioso de Zaragoza, que obligan a la DGA a ofrecer en el proceso de escolarización las aulas que decidió no concertar. Ahora bien, el camino judicial no ha hecho más que empezar, sin que pueda determinarse aún si las resoluciones adoptadas desembocarán en un triunfo de la concertada. La consejera Pérez esgrimirá ante el TSJA, donde continuará el procedimiento, que las circunstancias que motivaron los conciertos hace cuatro años han cambiado. De concederle la razón, ¿qué ocurrirá entonces?