Ni Mas pensaba en Cataluña cuando decidió adelantar las elecciones ni Díaz en Andalucía a la hora de hacer lo propio. Uno y otra habían llegado a la conclusión de que les convenía poner ya sobre el tapete su influencia territorial (el PSOE pretende ser el partido andaluz como CiU y ERC son los partidos catalanes), antes de que su situación evolucionara a peor. El peligro en ambos casos es Podemos, el lobo que acecha los rediles del sistema.

A priori había dos formas de afrontar el desafío de Pablo Iglesias y los suyos. Cabía ralentizar el ritmo de la agenda electoral retrasando las citas electorales para dar tiempo a que el nuevo partido se desgastase solo, que se enredara en confrontaciones internas, que sus recién llegados líderes locales metiesen la pata, que sus programas y propuestas se contradijeran... dejarlos cocerse en su propio caldo a fin de que llegaran al otoño hechos un manojo de nervios. Pero la otra opción, la que está siendo aplicada por los sistémicos, apunta en la dirección contraria: se trata de acelerar a tope, sometiendo a Podemos a una serie de sucesivos y agotadores sprints con campañas en marzo (andaluzas), en mayo (locales y autonómicas), en septiembre (catalanas) y en noviembre-diciembre (generales). La presidenta Díaz lo ha tenido claro. Ha dejado a IU en la cuneta (con una ruptura, por cierto, oportunista y tramposa). Sabe que el PP tiene un candidato flojo. Y Podemos todavía no está asentado ni dispone de organización y programa... Pese a todo, los socialistas no pueden ni soñar con la mayoría absoluta. Entonces, si han apuñalado por la espalda a IU y Podemos es el Coco, ¿con quién esperan aliarse? Ahí les duele.

Es ahora cuando Podemos empieza a correr cuesta arriba. Manteniendo la velocidad mientras salva todos los obstáculos (y no son pocos los que le salen al encuentro), se confirmaría como opción de gobierno a todos los niveles. Desfondándose por dentro y por fuera acabaría como una especie de IU bis, una opción minoritaria que vendría a dividir aún más a las fragmentadas izquierdas. Casi todo o casi nada. Ya les dije que este va a ser un año de lo más interesante.