La memoria es un instrumento esencial. Compartimentar las noticias en sucesivos presentes que llegan desde la nada, son actualidad durante un breve instante y luego se pierden en el olvido es un error de la opinión pública y un truco que les encanta a quienes manejan el poder. Les pongo un caso: ¿se acuerdan de cuando el Trío de las Azores proclamó su Santa Cruzada contra Sadam Husein? Pues bien, apenas han pasado diez años y ya podemos analizar lo ocurrido desde una visión retrospectiva. Tal visión resulta de lo más inquietante. Porque aquella invasión de Irak que nos libraría de posteriores amenazas, anularía al terrorismo yihadista y abarataría el petróleo se revela hoy como una fenomenal mentira, una operación pésimamente realizada, un error estratégico, un factor de la posterior crisis económica... y un verdadero crimen con cientos de miles de víctimas inocentes. Bush, Blair y Aznar actuaron cual auténticos estafadores a gran escala. Su hazaña pasará a formar parte del catálogo de las infamias históricas. Y aún andan por ahí tan tranquilos, millonarios perdidos (el british y el español, que el otro ya estaba forrado), asesorando a grandes compañías y dictando cursos y conferencias. Como si nada. Estos carecen de conciencia.

No había armas de destrucción masiva. Sadam (sin duda un dictador cruel y asesino) estaba bajo control. El terrorismo islamista no medraba en Irak. Las minorías étnicas y religiosas convivían mal que bien... Ahora, lo que hay en la zona (agreguen la Siria desestabilizada y sumida en la guerra civil) es mil veces peor: el yihadismo se mueve como pez en el agua, los choques entre sunnitas y chiitas han dado paso a la guerra abierta, cientos de miles de personas han muerto, millones han perdido sus hogares y están desplazadas, nuevas organizaciones (el ISIS) aún más duras que Al Qaeda dominan la situación: toman ciudades, se adueñan de los costosos equipos militares adquiridos con la ayuda militar norteamericana, tienen los campos petrolíferos iraquís al alcance de la mano... O sea, justo lo contrario de lo que nos prometieron aquellos tipos. No lo olviden.