El Debate sobre el estado de la comunidad ha ido degenerando en una especie de ejercicio rutinario prevacacional. Se escenifica en medio de la indiferencia ciudadana y luego sus señorías se van de veraneo. Este último tuvo ayer un colofón descojonativo cuando la oposición propuso una resolución para eliminar el aforamiento de los diputados (tomándole la palabra a Rudi que lo había planteado tal cual el miércoles)... y entonces el PP y el PAR ¡votaron en contra! Ya me dirán ustedes quién va a tomarse en serio semejante deshueve. En realidad, en las Cortes y fuera de ellas lo que apasiona al pueblo soberano es el destino del Real Zaragoza, que ahora parece un pelín más prometedor (pero un pelín finito como cabello de ángel, ¿eh?), tras la oferta de esa fundación impulsada y al parecer pagada por César Alierta, uno de los pocos aragoneses contemporáneos que han logrado hacerse ricos sin mover un ladrillo.

Si yo fuera un cronista social (ojo, que digo social, no de sociedad) ahora describiría la apuesta de Alierta y sus familiares y amigos como el retorno de la gente bien. Un nuevo giro de la Historia que devuelve al primer plano (el Zaragoza funcionaría así como símbolo de un fenómeno general) a los personajes y los apellidos que dan cuerpo al Aragón tradicional, al Aragón de orden, al Aragón como Dios manda. Regresan los señores al rescate, allí donde las torpezas de los advenedizos y los oportunistas sembraron el desastre y cosechado la ruina. De esta forma, las cosas quedarán reubicadas en su sitio natural tras aquellos años de marcelinato, alegría y agapiteo, cuando un grupo de mindundis aficionados pretendieron jugar a lo grande con el dinero del común (dinero al que, entonces, la rancia aristocracia tampoco hacía ascos, por supuesto). Lo llevaron todo tan rematadamente mal, que ahora es preciso poner la última esperanza en que los de siempre sepan como arreglar el entuerto. Dejen paso a los profesionales. Ellos sí se lo pueden permitir.

Por mí, ya vale. El Zaragoza, para quien se lo trabaje. ¡Pero no comprometan un céntimo de dinero público en la aventura! Se lo pido por favor.