Vaya por delante: a) que las bicicletas no deben circular por las aceras sino por calzadas pacificadas y carriles-bici, b) que las normas están para ser cumplidas y por ello mismo deben ser razonables y homologables, c) que el tráfico y el resto de las actividades propias de una gran ciudad exigen por parte de todos respeto, empatía y mucho sentido común. Pero eso no tiene que ver con el problema que plantea la última medida de presión de la Policía Local de Zaragoza. En absoluto. Enredar las reivindicaciones del sindicato mayoritario en ese cuerpo municipal con el barullo de la movilidad, las fobias antitranvía y antibici, el descoloque del errático equipo de gobierno o cualquier otro factor colateral es solo una maniobra para esconder lo fundamental, que es... otra cosa.

Hace escasos días vi cómo dos agentes de la local paraban a un camión de reparto, lo situaban ocupando un carril, atravesaban también sus motos y procedían a una prolija comprobación de documentos mientras provocaban un atasco fenomenal. No me dio la impresión de que estuvieran muy preocupados por las normas, y sí por alterar la circulación todo lo posible, contraviniendo de manera flagrante su cometido. Peor aún, lo que dan a entender con estupendo descaro los policías que participan en esta huelga de celo es que son ellos quienes deciden cuándo y cómo se cumplen las normas. Se reservan el derecho a presionar más o menos, a poner más o menos multas, a impactar en mayor o menor grado sobre la vida cotidiana de la ciudad y sobre los propios servicios y contratas municipales (que tal vez no estén en regla, pero tampoco lo estarían hasta hace dos semanas). Según les plazca y convenga.

A estas alturas parece pertinente analizar qué pasa con la Policía Local: los escándalos protagonizados por varios de sus mandos, el control que el sindicato mayoritario ejerce sobre el acceso al cuerpo, la retadora tendencia a la insubordinación... Todo lo cual no empezó ayer, de acuerdo. Es consecuencia de la dejación de los jefes políticos. Pero el caso es que ahora tenemos el tema medio descontrolado. Y eso no puede ser.