A quienes ponemos en solfa la recuperación que nos venden el Gobierno y sus poderosos patrocinadores se nos considera unos radicales. No importa que contrastemos los triunfales datos oficiales con otros datos igualmente oficiales (aunque no tan triunfales). Por la misma regla de tres, si no hablamos (o escribimos) de Podemos en términos sarcásticos o despectivos o sustituyendo tal denominación por el genérico populistas, somos acusados de habernos entregado a dicho partido, aunque no sea así. Yo, ni caso.

Podemos va a marcar una época, guste o no. El otro día, leía una crónica enviada desde Atenas en la que el periodista preguntaba a los de Syriza por qué ahora se identifican tanto con la formación que dirige Iglesias, cuando su ideología y estructura se parece mucho más a las de la Izquierda Unida española. "Porque Podemos está en posición ganadora", contestaban los helenos. Y sí, esa es una razón de peso. El éxito (actual o previsible) es una de las mejores cosas que puede ofrecer una opción política.

El empuje de Podemos (que ya no tiene vuelta atrás, al menos en lo que a las próximas convocatorias se refiere) es consecuencia de una notable inteligencia en la construcción de un imaginario que, al romper finalmente con la fatalidad sistémica, ofrece una salida a la indignación de los trabajadores y el conjunto de las clases medias. Su programa, en proceso de elaboración, es por ahora accesorio, dando por sentados sus fundamentos progresistas. Sobre todo porque los otros programas o son francamente lesivos para la mayoría social (el del PP y asimilados) o no existen (el del PSOE, que carece definición).

¿Y lo malo de Podemos? Los arrebatos de soberbia, las descalificaciones genéricas, los clichés antipolíticos y anti-ideológicos... y los riesgos que están tomando a la hora de extender su organización en tiempo récord. Están aún en el territorio del claroscuro. El domingo pasado, por ejemplo, El País publicó unas declaraciones de Iglesias llenas de vaguedades y estereotipos; pero el blog CTXT Contexto y Acción ha sacado una entrevista con Errejón de lo más interesante. A ver pues...