Los sindicatos sanitarios vienen reclamando desde el principio de la legislatura a la DGA el cumplimiento de las ofertas públicas de empleo, sin gran éxito por la crisis económica. Ahora, asisten muy críticos a la conversión en interinas de 381 plazas de empleo no estable. Entienden que puede generarse la idea entre la ciudadanía de que se consolidan plantillas, cuando en realidad se trata solo de un cambio menor que no tiene por qué redundar en la mejora de la calidad asistencial. La estabilidad laboral es importante para los médicos, pero lo que realmente necesitan los hospitales aragoneses son nuevas incorporaciones en servicios muy presionados. Ricardo Oliván, el consejero del ramo, debería tenerlo en cuenta de cara a los presupuestos del 2015, que serán los últimos de una legislatura para olvidar desde el ámbito sanitario.