Cual adoradores del diablo, los aragoneses se han plegado a los encantos del 155. No podría ser de otra manera. Cualquiera en su sano juicio hubiera caído en la tentación luciferina, si esta posibilitara recuperar uno de sus más preciados tesoros. Después de 20 años y tras muchas batallas perdidas, la devolución de los preciados bienes de Sijena podría estar en camino, y todo gracias al poder de invocación del 155, que deja en manos del Ministerio de Cultura la responsabilidad de gestionar la entrega de las 44 piezas pendientes de devolución. El nuevo paso judicial, que convierte a Méndez de Vigo en el exorcista todopoderoso, puede marcar un antes y un después en la historia de la Corona de Aragón. Incluso podría elevar al pokemon exiliado de nombre Puigdemon, en deidad menor aragonesa, pues el pueblo de Aragón le debería al empeño y la sed independentista puigdemoniaca, el triunfo de una reivindicación histórica. Ironías de la vida: demonios catalanes obrando milagros aragoneses. ¿Se cumplirá la profecía-sentencia que reiteradamente ha dado la razón a la comunidad aragonesa? Habrá que ver si las conversaciones que pretende sostener la sacerdotisa mayor de la DGA, Mayte Pérez, con el grande del ministerio, hacen cumplir la providencia. No me extraña que al expresident en el exilio le esté dando por manifestar su decepción y su dolor por haber errado en su análisis de cómo reaccionaría el gobierno español ante sus reivindicaciones nacionalistas. El pobre angelito creía en la negociación y jamás pensó en el poder del 155. Incrédulo.

*Periodista y profesora de universidad