33 En torno al millar de aragoneses está considerado como jugador patológico, Cuatro veces más están en riesgo de serlo, como señala la presidenta de Azajer, Esther Aguado. Pero lo más preocupante es el avance de la ludopatía entre los jóvenes --incluso los menores-- que acceden a esta peligrosa adicción a través de las nuevas tecnologías, unas herramientas que pueden soslayar el control o la detección familiar del problema. Los impuestos y los empleos que genera el sector no pueden obviar la reclamación social por un juego responsable. Queda mucha tarea por hacer. H