El Gobierno de Aragón limitará la vida laboral de todos sus trabajadores, y no solo de los de la Sanidad, y los obligará a jubilarse como máximo a los 65 años. Así lo expondrá el consejero José Luis Saz a los responsables sindicales presentes en las mesas de negociación. Cualquier prolongación en la edad de jubilación tendrá carácter excepcional y deberán justificarse causas poderosas, como el caso de los investigadores con trabajos pendientes de finalización o de los funcionarios que no hayan cotizado los años suficientes. Lógicamente, las plazas de los jubilados quedarán amortizadas. Los responsables sindicales analizan pros y contras, pero alguno ha preguntado ya en entornos de Hacienda, no sin algo de sorna, si la medida afectará también a los políticos que cumplan 65 años, incluida la presidenta, que lo hará en 2015.