En Segunda puede suceder que todos los equipos que pelean por la última plaza de promoción, en teoría más ganadores que perdedores, tropiecen a la vez. Ocurrió en la jornada entre semana y ha pasado o estado cerca de pasar en más de una ocasión. La victoria de ayer de la Ponferradina obliga esta tarde al Real Zaragoza a vencer, o al menos puntuar, en Zorrilla. Solo con la inercia y sin más puntos será imposible llegar al final en puesto de playoff. Habrá que ganar alguna vez más, independientemente de la altura de los rivales: hoy Valladolid, luego Las Palmas y Leganés.

El debate está en si el equipo jugó bien o mal contra el Mirandés. En realidad, lo hizo de modo similar a otras jornadas en las que sí ganó. El Zaragoza no ha jugado bien casi nunca este año, cuatro ratos. Y jugar bien ya no importa (¿quién lo hace en Segunda?), solo importa ganar. Como sea.