Esta noche se producirá un hecho insólito en la historia de la televisión comercial en España: un programa con dos millones de espectadores de media de audiencia y cuatro horas de duración se emitirá desnuda de anuncios publicitarios. Es el resultado del triunfo del boicot a La noria, de Tele 5, tras la campaña iniciada en internet en protesta por el hecho de que el programa entrevistara, previo pago de una cantidad, a la madre de El Cuco, uno de los implicados en el encubrimiento del asesinato de la joven sevillana Marta del Castillo.
EL MEOLLO DE LA CUESTIÓN
Este hecho nos debe llevar a la reflexión, al menos en dos aspectos. Aunque sea cierto que instrumentar un boicot publicitario puede conducir en última instancia a que sean las marcas comerciales las que establezcan los contenidos de un espacio, y eso sería peligroso, en este caso no se trata de defender la libertad de expresión, como han querido hacer ver los responsables del programa y sus interesados defensores, sino que lo que se discute es si es lícito pagar a alguien para que explique las circunstancias de un hecho delictivo. Es decir, si un programa de televisión puede llegar al extremo de pagar para que alguien se lucre por haber cometido un delito. Y, encima, sin dar la cara, ya que el rostro de la madre de El Cuco no pudo verse en pantalla. Este es el meollo del asunto, y no la libertad de expresión.Los mismos que defienden a La noria son los que niegan que exista la telebasura. Pues bien, telebasura es precisamente eso: pagar para que alguien explique sus miserias o las de otros, que muchas veces no pueden defenderse.
LA FUERZA DE LAS REDES
La otra reflexión se refiere al poder de internet y de las redes sociales. La protesta contra el programa estrella de Tele 5 nació en la web Actuable, un espacio especializado en medios de comunicación y gracias al activismo del bloguero Pablo Herreros, quien incitó a la retirada de la publicidad. A partir de ahí, el poder de Twitter hizo el resto. No solo multitud de usuarios se sumaron a la protesta, sino que muchas marcan utilizaron también Twitter para comunicar la decisión de retirarse del programa. Un ejemplo de la fuerza de la comunicación de las redes que la torpeza de la respuesta de La noria, eludiendo las excusas y atacando a la competencia, no ha hecho sino aumentar.
