La escuela concertada llenó ayer las calles de Zaragoza. Padres, profesores, alumnos y patronal tomaron la ciudad para presionar de cara a la difícil decisión que tiene que tomar Educación sobre la renovación de conciertos. Podemos vinculó la aprobación de los Presupuestos de Aragón a recortes en las aulas de los colegios privados soportados con fondos públicos. Y al entrar en este mercadeo, el presidente Javier Lambán se sacudió la presión obligándose a pasar por las horcas caudinas, primero de Echenique y ahora de una comunidad escolar encorajinada y, desde ayer, empoderada.