VIDEOJUEGOS

Pokémon Go

José Murillo

Zaragoza

El nuevo videojuego Pokémon Go ya ha causado entusiasmo mundial. La gente va por la calle, por la playa, la montaña o el desierto- explorando con sus móviles, en busca de diversos monstruitos que los jugadores tienen el reto de atrapar, coleccionar, ponerlos a pelear- Tal vez su éxito se deba a que en el ADN del hombre actual subyace el cazador que lleva en sus genes, herencia de nuestros antepasados, que practicaban la caza como medio de vida. La tecnología no cesa de fascinarnos. Ya el smartphone (el móvil), tiene tales prestaciones que para poder utilizarlo, sin quedar paralizados, necesitamos suspender nuestra capacidad de asombro. Parecía que poder hacer fotografías, y guardarlas y enviarlas, era un accesorio, o que la posibilidad de conectarse a internet era un sueño fantástico, pero ahora, con este videojuego, parece que sean lo esencial. En las pequeñas pantallas aparece el mundo real, el que están pisando nuestros pies, sirviendo de escenario donde aparecen criaturas de Pokémon, porque actúan combinadas diversas tecnologías punta ya desarrolladas y aplicadas, por ejemplo Google Earth, Google Maps o la geolocalizacion por sistema GPS, que, como sabemos, consta de una constelación de 24 satélites orbitando el planeta, tres de los cuales envían datos que han de ser computados en tiempo real para que no se nos escape algún Wigglytuff, Goldluck, Rattata o cualquier otro bicho de pokemons. Todo esto es maravilloso. Pero parece un sarcasmo, por ejemplo, que los jóvenes busquen trabajo y encuentren muñecos de pokemons. Seguramente, sería de mayor provecho aplicar esta tecnología para encontrar terroristas, o corruptos, o políticos que sepan negociar. Quien sabe, tal vez las próximas versiones...